martes, 19 de julio de 2011

Arráncame el alma a besos



Arráncame el alma a besos
amante en preludio nocturnal,

como se domina la tempestad




a fuerzas, en antojos del cuerpo.

Súbeme en suspiros a la luna.

Bájame en delirios las estrellas

sin dejarme ninguna en el cielo.

Seré como ellas que te alumbran los

confines ocultos del pensamiento.

Hasta que se duerma la eternidad

tambalea en dulzuras el universo.
Déjame ser sólo lluvia cayendo
que bañe en amoríos tus adentros.

Después de amanecer, la penumbra

déjame deslizarme en ti como el viento,
subiendo los luceros que se ocultan,

Quedarme perdida en tus ojos negros.

Acalla con tus labios todas mis dudas,
tállalas en caricias, aprisiona el miedo
luego, en libertades; déjalas prisioneras en tu risa,
eco sonoro interrumpiendo el silencio.

Enredándose el suspiro en tus cabellos

letanía cabalgante despacio y aprisa
desnudándose en tibieza ágil del desvelo.

Arráncame amor aprisa el alma, a besos.

Entregate total, diligente a mis locuras,
como si fueras en pecado astral; mi dueño,

Déjame quererte como te estoy queriendo.

Noche ramera, durmiente, que nos junta.
uno a uno, mano a mano, quedemos presos,
sobre los albores secretos de la cintura.

Besàndonos en el ultraje rampante del tiempo.

Luego, por si acaso en desafíos me olvidas,
tú serás siempre, en mi agonía, mi mejor recuerdo.

Perpetuando esta noche, ámame una vez más.

Después, bueno, después abrazaré el silencio.
Volando sobre alas rotas errante sin mañana
diluye este amor del tuyo, sólo es pordiosero,
olvida si quieres, la entrega que se quedó dibujada
en la cara donde, ya no se piensa en concubinato de la entrega.

Déjame en la piel tu aliento sobre mi aliento,

Mañana si quieres me arrepiento cuando amanezca,
pero esta noche ¡arráncame el alma a besos!

Desconozco el autor.

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